Se trata de poner en marcha métodos preventivos o resolutivos del conflicto laboral, mediante la búsqueda colaborativa entre las diferentes partes enfrentadas de soluciones a las crisis, asistidas por expertos ajenos al conflicto que hacen las veces de facilitadores de la comunicación.
A través de estos expertos las partes implicadas pueden explorar constructivamente sus diferencias, buscando soluciones más allá de su propia visión.