En un día como hoy de conmemoración histórica de la lucha de las mujeres por unas condiciones de vida y laborales dignas, tenemos la obligación de mencionar el feminismo como anclaje y garante de los derechos de todas las mujeres. La intervención del Estado para acabar con la desigualdad estructural entre hombres y mujeres viene precedida por el trabajo teórico y práctico del movimiento feminista.
El feminismo de la Segunda Ola, que desarrolló un análisis profundo de esa desigualdad y de la violencia ejercida sobre las mujeres, exigía una transformación del status quo que debía conjugar el ámbito de la sociedad civil organizada, y el institucional.
Los derechos de las mujeres; una cuestión pública y política.
Así, la celebración de la primera Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre las Mujeres, en 1975 en México, fue el primer resultado de la permeabilización de este movimiento. Luego vendrían muchos más, hasta la creación de organismos y normativas específicas para diseñar e impulsar políticas públicas de igualdad tanto a nivel supranacional, como nacional y local.
En el Estado español esta institucionalización de la lucha de las mujeres llegaría algo más tarde, debido a los cuarenta años de dictadura que nos precedían, y sería a partir de 1983 con la creación del Instituto de la Mujer (hoy Instituto de las Mujeres).
De modo que tenemos el conocimiento, los recursos y los instrumentos necesarios para generar cambios estructurales que mejoren las condiciones de vida de las mujeres y tornen efectivos, de una vez, sus derechos fundamentales. Así lo recoge nuestro texto legal de referencia en materia de igualdad, la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Esta Ley es el reflejo, y la respuesta, a las situaciones de desigualdad y discriminación hacia las mujeres que persisten en nuestras sociedades. Por lo tanto, pudiera parecer que nos encontramos en un momento histórico en el que la igualdad ha devenido en una cuestión de voluntad política, nada más, y nada menos. Resulta necesario, una vez más, recordar las palabras de Simone de Beauvoir, que ya advertían:
“No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.
Hoy, casi medio siglo después de que la ONU oficializara el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, acabar con la desigualdad entre hombres y mujeres sigue siendo un reto. Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas ya no es solo un derecho humano, si no un pilar básico para cualquier democracia y para el desarrollo sostenible. Entender la igualdad como un valor social, de cohesión y de enriquecimiento, facilita mantener el compromiso con la igualdad a lo largo del tiempo, sin que este sea relegado a un segundo plano en función de la coyuntura, porque la igualdad y la perspectiva de género deben estar presentes siempre, y de forma transversal, en la resolución de cualquier crisis política, económica o geoestratégica.
Cómo materializar la perspectiva de género en las políticas públicas
Existen localidades como Calahorra (en La Rioja) que, a pesar de las dificultades, se mantienen firmes en su responsabilidad con la igualdad. Un compromiso que se extiende entre sus vecinas y vecinos, entre quienes se ha ido generando ese cambio de visión necesario para hacer suya la necesidad de construir una sociedad más igualitaria, unas relaciones entre hombres y mujeres más libres, y una localidad libre de violencia para todas y todos.
Un compromiso que ha sido reconocido, también, a nivel regional.
La Cadena Ser de La Rioja, en su segunda edición de los Premios Radio Rioja (2022), ha concedido el Premio a la Igualdad al Ayuntamiento de Calahorra por sus diferentes iniciativas en este ámbito. Desde ARETÉ ACTIVA celebramos este reconocimiento ya que conocemos parte de ese trabajo muy de cerca. Y es que tenemos el placer de acompañar a esta entidad, como asistencia técnica, en el desarrollo de todo un programa de actividades para la promoción de la igualdad y para la prevención de la violencia de género.
A lo largo de casi dos años, hemos podido compartir experiencias y acercarnos a la violencia de género con grupos de adolescentes y familias, facilitando claves para detectarla y afrontarla de la forma más temprana posible; hemos hablado de igualdad con los y las más pequeñas, y de coeducación con sus madres y padres. Hemos organizado teatro, mesas redondas, coloquios, video forums, concursos… Todo ello, con el deseo de promover la toma de conciencia colectiva y así, poco a poco, lo vamos consiguiendo.
Esta oportunidad que ha sido posible gracias a los fondos que el Pacto de Estado contra Violencia de Género destina a las entidades locales desde que fuera ratificado, en el año 2017, por los distintos Grupos Parlamentarios, Comunidades Autónomas y Entidades Locales representadas en la Federación Española de Municipios y Provincias. Es un orgullo ser parte de este proyecto en el que la responsabilidad social, institucional y empresarial están yendo de la mano hacia la igualdad material de mujeres y hombres.
“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”, Rosa Luxemburgo.
¿Podemos ayudarte a incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas?
Contáctanos a través del formulario: https://www.arete-activa.com/formulario-plan-de-igualdad/ o directamente por teléfono: 948199613 o clic aquí y te ayudamos: