Este año, tuvimos la ocasión de asistir al recientemente en el 50º Congreso de AEDIPE (Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas), celebrado en Pamplona los días 7 y 8 de octubre, en el Palacio de congresos Baluarte.
En torno a trescientas personas de toda España y de distintas partes del mundo, así como de diversas disciplinas, han compartido su conocimiento y visión acerca de cómo será el futuro del trabajo en el 50º Congreso AEDIPE. También se ha reflexionado sobre la preparación y anticipación que conlleva, y sobre el posible impacto que dicho futuro puede tener a nivel social, profesional, etc.
De los distintos escenarios futuros planteados, destacamos algunos cambios que se prevén como inevitables y necesarios, para anticiparnos y prepararnos:
- Transformar los espacios de trabajo en espacios de aprendizaje que faciliten la creatividad e innovación (Giuseppe Auricchio, Director Ejecutivo de la unidad de Innovación del Aprendizaje, IESE Business School).
- Reducir la importancia de la oficina como espacio físico.
- Contar con equipos dinámicos en función de los proyectos que se lleven a cabo.
- Retener y desarrollar el talento, que va a ser un recurso escaso y caro.
- Establecer nuevas formas de relación con la empresa.
- Gestionar a nivel directivo la transformación digital.
- Desarrollar un perfil de profesional internacional que tenga sensibilidad, cultura, visión global, alto nivel de autonomía, de idiomas y de liderar equipos virtuales (David Reyero, Senior HR Business Partner, Sanofi).
- Contar con que muchas funciones serán realizadas de forma automática gracias a la robotización y la transformación digital (Nuria Oliver, Directora Científica de Telefónica I+D).
- Soñar con que nuestras capacidades podrán ser mantenidas y mejoradas gracias a la ciencia neuronal y sensitiva.
Paralelamente, con la participación de los asistentes, se construyó un decálogo del futuro del trabajo, en el que además de los anteriores aspectos, y ya centrándose en la labor de la gestión de personas y de equipos de trabajo, se proponen las siguientes ideas-fuerza para optimizar esta gestión:
- Desarrolla el talento. En el talento está la diferencia.
- Facilita entornos colaborativos.
- Comunica, sé transparente, genera confianza.
- Haz lo que dices, sé coherente.
- Potencia las actitudes de adaptación.
- Atrévete a cambiar lo que no funciona, anticípate.
- Impulsa el aprendizaje continuo, nunca dejes de aprender.
- Fomenta la cultura innovadora para asegurar el futuro.
- Utiliza las nuevas tecnologías, son una oportunidad.
- Adecúa constantemente personas y puestos.
- Inventa nuevas formas de relación entre las personas y la empresa.
- Sé creativo, hazlo de forma diferente.
Todo ello va a exigir, además de una transformación de la gestión, y por lo tanto del perfil directivo, que requerirá trabajar aspectos clave para el liderazgo como la visión y estrategia, la medición de la actividad y del negocio, la cultura y el equipo (Genis Roca, Fundador y Presidente de RocaSalvatella).
En ese sentido y frente a dichos retos, todos los esfuerzos para seguir desarrollando nuestras habilidades y competencias de liderazgo van a ser necesarios, ya que, como nos recuerda Peter Drucker con mucha razón, “Culture eats strategy for breakfast”, algo así como “La cultura se desayuna a la estrategia cada mañana”, una idea que pone de manifiesto que por mucho que diseñemos una estrategia muy buena, si las personas no están implicadas para colaborar y participar de ella, no hay mucho qué hacer.
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